¿Queres Participar del Blog?
Envianos tus sugerencias a: infoclausura2009@gmail.com, infoclausura2009@gmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta Huracan. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Huracan. Mostrar todas las entradas

HURACAN 3 LANUS 0

"QUE DE LA MANO, DE ANGEL CAPPA..."
Huracán recuperó su juego histórico para bailar a Lanús, líder del torneo. Fantasía para atacar, inteligencia para defender. Ilusionate.
Cappa hizo el milagro. Huracán conjuga otra vez los verbos más deseados: ganar, gustar y golear. Huracán está otra vez en el candelero, poniendo arriba de la mesa su historia, las paredes, los tacos, los lujos, los goles. El parteneire, el invitado al teatro Ducó, no fue cualquiera: el Globo bailó a Lanús, al puntero del Clausura, al mejor equipo de los últimos dos años. Entonces, el canto de los 24.000 quemeros surge tímido, pero se impone: "Que de la mano, de Angel Cappa, toda la vuelta vamos a dar". El hit fluye y al cantarla la gente se mira, sonríe en forma casi irónica porque ni el más fanático de los hinchas soñaba con un título cuando empezó el torneo. Nadie daba dos pesos por este equipo y cuando los dirigentes le dijeron de arreglar un premio por salvarse del descenso, el técnico respondió en la intimidad: "Hablemos de uno, pero para estar entre los tres primeros". Lo miraron como quien observa un loco en el Borda...

¿Qué tiene Huracán? El estilo de Angel: salida clara desde abajo por los laterales, Bolatti maneja la batuta, el Maestrico acelera, De Federico y Pastore frotan la lámpara y, a veces, se convierten en Aladino. El Globo disputó su mejor partido en el torneo, aunque siempre jugó de la misma manera: cuando perdió con Boca y Gimnasia, cuando empató con Newell's (con uno menos, y en Rosario, lo fue a ganar) y en las cuatro victorias. El nivel del rival hace nacer el sueño de pelear mucho más que por zafar del descenso porque en La Quema pudo darse una goleada histórica. El local lo pasó por encima de principio a fin. Es verdad que al Grana le faltaron los creativos (Valeri y Blanco) tanto como que Cappa tuvo que inventar un dos (Esmerado -volante- por la lesión de Goltz) y un tres (Cura -zaguero- por el suspendido Arano). La superioridad no se dio sólo en el toque, sino que Huracán es un conjunto solidario donde todos hacen chiches pero también los talentosos deben pasar la línea de la pelota, y ayudar a recuperar el bien más preciado: la redonda. Una mirada panorámica muestra que cuando el rival ataca, el Globo se defiende como cuatro defensores y una línea de cinco volantes. No es un equipo ingenuo que se queda en el jogo bonito, ahora le sumó golpes de nocaut. Así, fue tirando a Lanús (no tuvo juego en los carrileros y le faltó resto físico para correr detrás del toqueteo del rival): primero con el cabezazo de Esmerado, luego con el monopolio de la pelota, después con el zapatazo de Pastore y le puso el sello al partido la jugada messiana de De Federico. Y eso que, por ahora, sólo concreta un 30 por ciento de lo que genera...

LOS PARTIDO DE HOY

TIGRE Vs. BOCA
RIVER Vs. SAN MARTIN(T)
HURACAN Vs. LANUS
COLON Vs. SAN LORENZO
ESTUDIANTES Vs. RACING

NEWELL`S 2 HURACAN 2

NO PIERDE EL ANGEL
Huracán respeta en todo momento el estilo de Cappa: cuando se quedó con diez fue al frente para ganarle a Newell's, en Rosario, y sólo le faltó la puntada final.
De local o visitante. Empatando o ganando. Con 11 jugadores o en inferioridad numérica. Con Cappa en el banco o mirándolo desde el túnel. Huracán tiene lo que todo DT pretende: identidad, un estilo de juego definido que ayer sacó a pasear por Rosario. Hizo más que Newell's, y sólo sacó un empate. Aún así, este Globo tiene Angel.
Hay un conjunto de ideas básicas en el estilo de Cappa y de este Huracán: pararse para ser protagonistas del partido, asociarse con los compañeros (parece primario, pero ayer Newell's mostró que a veces no incorpora ése concepto), ser agresivos sin ser apresurados, siempre intentar jugar.
El Globo también tiene un grupo de actores como para que la obra sea presentada con justeza. Lo que ves es lo que hay. Bolatti mostrando que se puede meter y jugar en la misma medida, parado donde lo necesita el equipo y el partido. De Federico, siempre pensando que le va a llegar la pelota y él debe conducir el ataque hasta el arco rival (sólo le falta tomar más apuntes de definición). Nieto peleando con los defensores sin desentenderse de la bocha, y con la mira puesta en el arco rival. Pastore, González, Díaz, los laterales, todos dispuestos a sumarse a la causa: el fin justificado por los medios, el triunfo como producto del trabajo y la precisión en la puesta en escena de la partitura.
Por eso ayer Huracán mereció más. Los dos tuvieron defensas bajas, expuestas a partir de la idea de buscar el partido, más volantes de buen pie que de pierna fuerte. Pero con el partido abierto fue siempre la visita, a excepción del cierre del PT, quien manejo espacios y pelota. Con Bolatti tapando huecos, con González y Díaz siempre mostrándose y De Federico ganando las espaldas de Bernardi y Bernardello. Si hasta Araujo maradonea y define con clase (no pudo gritarlo por respeto a su ex equipo).
Sabía Sensini que había que ganar el medio. Por eso sacó a Salcedo y sostuvo a Formica, más enganche que delantero. Pero no hubo caso. Newell's le sumó al problema de definición (generado en cómo terminan los avances los volantes) un serio desacople defensivo, pérdida de volumen de juego en el medio, y encima se quedó sin piernas ante un rival con menos jugadores.
Ni la expulsión de Arano, cuando varios habían perdido la paciencia con Abal (¡Lo sacó a Cappa!) le cambió el plan al Globo. Alan Sánchez se paró de lateral, con la 10 en la espalda, y cumplió. Nadie retrocedió. Así, Huracán perdió dos puntos, pero ganó en confianza. Y encima ahora le tocará medirse con el Lanús puntero, otro de los que siempre juega lindo.

LOS PARTIDO DE HOY

LAS PREVIAS

VELEZ Vs. RIVER


NEWELL`S Vs. HURACAN


RACING Vs. GODOY CRUZ


BOCA Vs. ARGENTINOS

HURACAN 2 GIMNASIA(J) 1

TOUCHING IN THE RAIN
Huracán arrancó abajo y con sus hinchas impacientes, pero no se apartó de su fórmula y apostó al toque, sin desesperarse. Y tuvo su premio: triunfo y fiesta.
Con ese cielo negro que amenazaba con caerse en Patricios, con el cabezazo de Desvaux que complicó el panorama, con la cancha pasada por agua y los hinchas impacientes, "esta tarde cueste lo que cueste" en el primer cuarto de hora, Huracán decidió tomarse las cosas a su modo: toque y más toque, sin desesperarse. Si hasta el 0-1 estaba jugando mejor, con tenencia de pelota y cierta peligrosidad en ataque, acertó en no moverse de esa forma de encarar el partido. Y los nervios iniciales de la tribuna terminaron en fiesta, porque Huracán ganó y gustó, buscó el triunfo por un camino saludable y conseguirlo así le dejó un gustito extra.

Este Huracán viene mostrando que, más allá del plantel y las limitaciones, un equipo puede intentar un juego prolijo, ambicioso y efectivo. El toque no aporta sólo en el aspecto estético: Cappa enfureció cuando Monzón la reventó en un saque de arco en lugar de salir con los laterales porque así regaló la pelota, en lugar de cuidarla.
El circuito de toque se apoyó en el buen nivel de los laterales, para mostrarse como opción y para salir. Y en la jerarquía de Bolatti, el alma del equipo que a esta altura ya se metió en los hinchas casi como ídolo: en los últimos quince minutos, cualquier movimiento o intervención suya generaba aplausos cerrados. Y fueron merecidos: tocó, cortó, clarificó, resultó generador de jugadas limpias para González, De Federico y los laterales, y así se armó un circuito virtuoso y vistoso.
La parte pragmática, también decisiva, la aportó Nieto. Si la mayoría insiste tanto en el toque que en algunos casos exaspera a los hinchas, el (1)9 se muestra en el área dispuesto a dejar de lado cualquier parámetro de estilo con tal de convertir. Bienvenido el contrapeso, en este caso clave para encaminar el partido con el cabezazo del empate. Unos minutos antes había estrellado otro en el palo, y Goltz no la pudo empujar a un metro del arco. Huracán, al toque bajo la lluvia, generó profundidad y situaciones.
Gimnasia fue la contracara. Sin recursos, le costó hacer pie en el partido aun después de encontrarse en ventaja sin merecerlo. Se replegó demasiado, sin poder cortar el juego de Huracán, y apenas apostando a los pelotazos como único intento para lastimar al rival. Labruna metió dos cambios en el entretiempo y no logró una reacción, una muestra de falta de alternativas. Un cabezazo esquinado de Calandria fue lo único que inquietó a Monzón en la parte final. Endeble, como sin resto anímico, golpeado por las urgencias en el Promedio y los malos resultados en este torneo. Pero si no se anima... puede ser peor. Huracán le demostró que no es tan complicado intentar jugar, tocar, hasta con lluvia y el cielo negro...




BOCA 3 HURACAN 1

PALERMO GOLLYWOOD
El Loco volvió al gol en su primer partido desde el inicio, llegó a los 195 en el club y acabó con todas las discusiones. Así, el máximo goleador de la historia abrió el camino para el 3-1 a Huracán.
Volvió Palermo. Para escribir el guión que le faltaba.
Volvió Palermo, sí. Para meter ese gol que le quedaba.
Volvió Palermo, una vez más. Para completar su historia de película.
No explotó en llanto como en aquel gol del regreso en el 2000. Su grito, su festejo, el primero tan esperado en este segundo retorno post lesión, lo llevó apenas a levantarse la camiseta y luego a besarse con emoción su antebrazo izquierdo, ahí donde tiene tatuado el nombre de su hijo Stefano, guía espiritual desde el cielo. Pero otra vez, justo desde ahí arriba, cayó agua bendita sobre su cuerpo. De nuevo la Bombonera se estremeció con él. Una vez más, ese mismo arco, fue el dueño privilegiado de otro hito de Palermo Gollywood.
Podrá dormir tranquilo Martín de ahora en más. Podrá, si así lo dispusiera ahora mismo, dejar todo sin cuentas pendientes. El quería, primero, volver de esta lesión, de este nuevo obstáculo que el fútbol le puso al hombre de hierro. Y lo hizo. Y quería, después, volver y convertir. Llegar a los 195 en Boca, a ese gol que, incluso con el récord de goleador histórico en su poder, no dejará dudas ni estadísticas para debatir. Y lo hizo. Ya dijo, de todos modos, que no será el último. Porque además de un optimista, se sabe, Palermo es un inconformista del gol. "Así como llegó este festejo, que tanto lo esperaba, llegarán muchos más. Espero seguir convirtiendo más goles", contó ayer, feliz y afónico.
No venía bien la noche para el goleador. No podía hacer pie el Titán en una cancha embarrada que lo recibió en su primer partido como titular desde su retorno (hasta ayer había entrado 23 minutos ante Newell's, 27 ante Cuenca y 34 ante Lanús, todos desde el banco). Sólo en un par de oportunidades el capitán había logrado combinar con Mouche, quien ya había dicho que haría todo lo posible para verlo festejar de nuevo. Lo logró. Si algo de magia le faltaba a esta historia, era que la camiseta N° 7 volviera a asistir a la N° 9.
Así, como antes, justo cuando el cansancio empezaba a pesar en las piernas del viejo ídolo, una gambeta genial del heredero de Guillermo terminó en centro bajo, lujo de Gaitán y gol de Martín, quien sólo tuvo que tocarla de derecha al gol. Quizás ahí, por su posición dudosa, haya alguna explicación de por qué el Loco no hizo ninguna locura en su festejo. En primer instancia, como resabio del gol que le anularon mal contra los ecuatorianos por la Copa, miró al línea para ver si estaba habilitado. Y recién ahí empezó a gritar. "El festejo fue muy rápido, me encontré solo delante del arco y pensé que estaba en offside. Si lo erraba, me mataba", dijo. En definitiva, que Gaitán no haya tocado la pelota lo salvó de que otra vez le frenaran el grito.
"Estaba tranquilo, esperando el momento de jugar de entrada. Por suerte, Carlos me dio esa posibilidad y, en medio de un partido complicado, llegó el tanto tan esperado", comentó Martín, que no convertía un gol oficial desde el 13 de agosto del 2008, ante Arsenal, por la Recopa (hizo el primero del 3 a 1). Ya con la misión cumplida, y con el físico exhausto, Martín pidió el cambio. En realidad, lo aceptó ante la segunda consulta de un Ischia preocupado por su estado, quien cuando recibió el okey del 9 lo reemplazó por Figueroa. "Además del gol, para mí fue importante sumar minutos. A medida que vaya jugando me voy a sentir cada vez mejor. Al igual que el equipo, que tiene muchas cosas para mejor", dijo después. Aunque cansado, la felicidad podía más. Ya tendrá tiempo de disfrutar. Por lo pronto, no viajará a Venezuela.
Así, esa nueva ovación de la gente. Ese saludo emocionado de sus compañeros en el banco. Ese reconocimiento de todos serán parte de otra noche inolvidable para él, Martín Palermo, el máximo goleador de la historia...

HURACAN 0 GIMNASIA LP 2

ANGELES CAÍDOS
Gimnasia sorprendió a Huracán con un arranque arrollador: le metió dos goles y pudo haberle hecho alguno más. El Globo fue toque pero sin contundencia.
Los inicios del torneo suelen invitar a la exageración. Cada partido da lugar a (apresuradas) sentencias absolutas. Entonces, salvo que te mandes un arranque soñado, las certezas duran apenas una semana. En eso anda Huracán, un equipo que puede arrollar y meterle a Racing cuatro goles en 17 minutos, o que gana escandalosamente el duelo de la posesión ante Gimnasia para terminar con cero gol en el arco de Sessa y dos en el propio.
Hubo aplausos para todos en Patricios. A los de Madelón, en retribución a tres puntos clave por la lucha de la permanencia y a una entrega formidable. Para los locales, por el respeto a un estilo, el de Cappa, que es fiel al ADN futbolero de la Quema.
El problema para el Globo es que se desnudó demasiado rápido en este Clausura. Y aunque el tiqui tiqui de Pastore, De Federico y el Maestrico siga ilusionando, no se vislumbra un plan B efectivo para vulnerar a una defensa que lejos de tener a un Franco Sosa con veleidades de Cafú, le plantó siempre a cuatro tipos firmes atrás. Y si Sessa merece una gran calificación es porque respondió siempre, pero a no creer que fue el salvador milagroso del Lobo. Huracán, a diferencia de lo seguido que se vio cara a cara con Campagnuolo, nunca le pudo poner un tipo mano a mano al Gato...
Al proyecto de buen equipo al que apunta Angel lo limita la realidad de Huracán club. Porque este team sabe a qué juega, apuesta a la repetición de toques y a la paciencia, ese concepto menottiano de salir para poder entrar. Pero tiene a un Nieto de 9 y cuando alguno de los que salen de arranque no ofrece una prestación inspirada, el recambio disponible no suele brindar soluciones...
Gimnasia también sabe a qué juega. A otra cosa, por cierto. Batalla, meta y meta, laterales que son casi zagueros, un mediocampo de volantes mixtos, la referencia del Pampa y el toque distintivo de Niell. Ayer fue firmeza, velocidad para contragolpear y un estudiado libreto de centros para explotar la debilidad aérea de la zaga quemera. Y aunque el ideal que persigue Madelón sea mucho menos complicado de conseguir que el que anhela Cappa, paradójicamente, el previsible fue el local. Y ahí está el resultado de anoche como prueba.


RACING 1 HURACAN 4

INFLADOS
Huracán jugó 20 minutos excepcionales y redondeó un partido para la historia, en el que pulverizó a un Racing que otra vez arrancó ganando y terminó goleado.
Concepto. Una palabra, una definición, un -valga la redundancia- concepto. Ahí radicó la diferencia fundamental entre este Huracán lujoso y este Racing penoso. Un Huracán de sangre caliente para recuperar la pelota achicándole los espacios al rival y mucha cabeza fría para no torcer el rumbo prefijado ni aun sorprendido a los diez minutos del encuentro con el 0-1; un Racing tibio de cuerpo y mente, incapaz de todo salvo de mandarse macanas tras macanas y ver cómo se le escurrió de las manos (bah, en realidad fue un torrente que le venció los dedos) un partido que inesperadamente empezó ganando.
"Seguí bailando, Racing seguí bailando, seguí bailando que te vas a enloquecer...", cantaban los del Globo, agrandados como desde hacía rato no se los veía, codeándose con quien tenían al lado para recordar cuándo fue la última vez que habían podido entonar de buena gana ese cantito. Desde ayer, tiene fecha: 13 de febrero del 2009, día en que Huracán ganó, gustó y goleó, reencontrándose con su mejor historia y sus mejores sueños.
Pero de concepto se trataba esto y el equipo de Cappa supo siempre a qué quería jugar. Y se encargó de refrendarlo en cada acción, incluso desde el error y la imprecisión, que abundó en los primeros minutos. Araujo, Leandro Díaz y Toranzo no sacaban la pelota con prolijidad, Bolatti quedaba muy solo en la defensa del ancho del mediocampo y Pastore todavía estaba moviendo el dial buscando una sintonía sin interferencias. Pero todos, al menos, lo intentaban: no revoleaban la pelota, trataban de darle un destino causal y no casual, entendían que en el "ancho para ser profundo", por citar una máxima del menottismo ilustrado que Cappa promueve, podía estar el secreto del éxito. En esa exigente idea Huracán se paró y no se movió ni un milímetro, por eso mereció su recompensa que llegó mucho más rápido que lo esperado, porque al cuarto de hora del partido había empatado con un golazo de Matías De Federico, tras una jugada exquisita con varios toques y "oles". Y en los 20 minutos siguientes llenó su cofre de oro, porque el equipo fue una verdadera máquina de fútbol de altísimo vuelo y contundencia que atomizó a Racing hasta reducirlo a la mínima expresión, por exagerar un poco.
¡Qué será de ti, Academia! Con esta realidad cuesta hasta la esperanza, aunque sea lo último que se pierde. Por lo pronto, por ahora Racing pierde partidos, los dos de este Clausura y ya tiene archivados siete goles en su arco. Pero lo que es peor: no hay un atisbo de reacción. ¿Por qué? Pueden ponerse en la coctelera montones de cuestiones, como el pésimo rendimiento individual, pero la falta de concepto asoma a la cabeza. Y la sensación de que Racing no juega a nada contrasta violentamente con Lanús hace una semana y ahora con Huracán. Y seguirá contrastando en la medida que el equipo sostenga esta hibridez sustentada en escasas ideas para jugar; en una alarmante pobreza anímica y en la ausencia de audacia desde el banco. Y si encima tiene enfrente a un Huracán de fútbol, es difícil no quedar despeinado y en ridículo.


HURACAN 1 SAN MARTIN (T) 0

NINGUNOS SANTOS
El Globo lo durmió a San Martín con una avivada del Maestrico, un centro al arco de Toranzo y un testazo de Bolatti. Hubo muchos lujos en un juego de necesitados.
 
"Toque Globo", pedía una bandera que colgaba en la Miravé. Ese mismo toque que pregona Angel Cappa y que Carlos Roldán también les predica a sus jugadores. Lo hubo. Los ojos quedaron satisfechos por la prolijidad del juego, por intentar más allá de las imprecisiones lógicas culpables de una pretemporada. Huracán y San Martín jugaron como dos equipos que no estuvieran tan necesitados de puntos, casi sin arcos. Porque ese toqueteo no generaba peligro, ni era la búsqueda del inicio de ese ataque que nunca llegaba... La diferencia que le dio este valioso triunfo a Huracán fue una avivada que, salvando las distancias, arrancó como la de Maradona y Caniggia en el Mundial 1994, contra Nigeria: mano de Quinteros, el Maestrico González se apuró en un tiro libre sobre la banda izquierda, a Toranzo el tiro al arco le salió derechito a la cabeza de Bolatti y victoria. Aparece en el Globo la tranquilidad que le da sumar. Y se instalan la bronca y la preocupación en este San Martín que naufraga cada vez más en el descenso.
Por sus realidades, unos y otros quisieron mostrar mucho lujo cuando lo que se necesita es llegar, atacar, generar. Pastore tiene las condiciones para ser un fenómeno; sin embargo, cuando no abusa del tirar caños, entra en una laguna. La Paglia maneja los tiempos del Santo, se muestra y distribuye, pero está fuera de estado y le cuesta meter segunda. Nieto hace méritos para que Cappa lo saque en el entretiempo, De Federico falla antes de pisar el área... El Ratón Ibáñez no desborda, lo que mejor hace, y está a kilómetros de parecerse a Speedy González. El chileno debutante Canío también brilla por su ausencia y así el panorama se oscurece cerca de los arcos.
San Martín, que desde la pizarra (3-4-1-2) parecía que sería ofensivo, fue el que menos buscó. Encima, Villavicencio colaboró para que Pastore tuviera una de las más claras (lo atoró en la salida, se la quitó y el tiro de zurda rozó el palo). El Globo empezó como terminó el Apertura: ganando. Y lo hizo con el plus de intentar jugar como se lo pide Cappa: con toque. Las lunas, anoche, estuvieron alineadas para el pueblo quemero. Pero Angel tendrá que pensar que no siempre podrá ganar llegando tan poco al área rival. Porque ayer a Huracán lo terminó salvando una piolada, no ese "Toque Globo" que pedía, que suplicaba, la bandera en la Miravé...