¿Queres Participar del Blog?
Envianos tus sugerencias a: infoclausura2009@gmail.com, infoclausura2009@gmail.com

AL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO

INTERMITENCIAS POR ENCIMA DE CUALQUIER ESTIGMA

Sigo defraudado. Me dirán lo que quieran, pero mi estado de ánimo apenas ha cambiado. Ni mi selección –España- ni la de vosotros al otro lado del charco –Argentina- mostraron mucho para sumar tres puntos en una fase de selección que sigue mostrando los desequilibrios de un sistema que beneficia, como siempre en todo, a los grandes, a los poderosos.
Seamos honestos; para certificar las victorias necesitaron ambas muy poco. España pasó apuros, sí, excesivos apuros. Más de los previstos para la selección que ostenta el liderato por coeficiente según Fifa. Espesa, con poca llegada y sin su habitual toque, jugó solapada por dos jugadores de un perfil similar –Senna y Xabi Alonso- con Xavi por delante. Con la velocidad debilitada en la transición, todo fueron ventajaS para los turcos que, en un coliseo bestial de ánimos, pudieron dar la sorpresa en el inicio de estar más atinados en la resolución y de no estar, como siempre, Casillas. La baja de Iniesta, el momento –sale de una lesión- de Villa y los problemas en la lectura desde el banco de Vicente del Bosque hicieron a muchos (entre ellos a mí) dudar de una victoria que la prensa saboreaba desde hace tiempo minusvalorando a un rival que demostró un potencial enorme.
Pero lo de Argentina tampoco estuvo falto de historia. Es impensable que un equipo con la pólvora que tiene en punta solamente consiga marcar cuatro a un rival endeble, casi infantil en la zaga. Que Mascherano fuera el mejor lo indica todo. A Maradona se le vio lento en la toma de decisiones, absorto por el poder de la grada e indefinido en su poder. Más que el grito a Messi cuando marcó, su partido desde el banco es conveniente olvidarlo cuanto antes. ¿Qué fue Venezuela? Aún quiero encontrar una respuesta. Quiso, por decisión propia, ser un juguete aunque, insisto, quiso serlo en la segunda mitad cuando pensó que podría ser el mejor espectador del choque desde el propio césped. Dominar, besar la pelota, agrandar el campo, ocuparlo… sirve ante rivales potentes, cuando la estrategia alcanza medallas, cuando vencer es la suma del sentido común, del patriotismo que nos aferra a un himno y a un escudo.
No me culpen, yo echo de menos a Bielsa, a Aragonés, a los sentimientos que nos hacían apreciar la pelota por encima de los jugadores, que nos sentenciaban a una realidad que, benévola o maligna, nos juzgaba por encima de rivales.

AL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO

MARADONA-PELÉ, DUELO DE EGOS SUICIDAS

Es una pena que dos de los máximos iconos del fútbol mundial anden peleados, esperando el más mínimo desliz del contrario para lanzarse los trastos y desangrar al rival. Parece que les pesa compartir su pasado para los que cimentan el futuro de esto que, más que deporte o cultura -como a mí me gustaría pensar que es- se convierte en negocio. Y ya se sabe que cuando el negocio aflora, comienzan a germinar micros, cámaras, plumas... y el disidente, por edad, encuentra de nuevo su sitio. Por eso me duele la guerra en la que entrado, sin botas para el fango, Maradona y Pelé.

Del primero, pienso que opinar es un ejercicio que roza el sacrilegio cuando se ha mitificado su presencia en Argentina, cuando se le ha aupado a los altares pese a sus más que permanentes deslices. Del segundo, como he leído en bardeportes.blogspot.com (una magnífica bitácora): "Hace tiempo que dejó de ser grande y se convirtió en mayor". No creo que acierte (estoy convencidísimo) si digo que el brasileño está sufriendo una posible degeneración neuronal. De otra forma no me explico a qué vienen sus constantes ataques de lirismo mordaz. Hace tiempo que su existencia circulaba en la memoria de quienes le vieron, en la historia de las páginas de libros que le recuerdan, en el emule de otros que descargan sus anales en un ataque de romanticismo.

Y, ¿de Maradona? Espero que no me linchen con lo que digo, pero que su presencia haya insuflado oxígeno a un equipo virgen, a un país que no puede enfermar por la falta de figuras..., no sé, me cuesta pensar que sea el que ordene la pauta en un combinado impresionante de calidad y de ansia. Fue el mejor y lo sabe, pero su actualidad es un obituario, un pozo sin fondo de calamidades. Espero que, por lo que fue, pueda al menos intentar alcanzar la décima parte de lo que logró cuando fue grande. Ahora, como Pelé, estoy convencido que, con sus tendencias neuróticas a ser el foco de cualquier renunión, está alcanzando una senectud que debía permanencer aún lejos de su persona. Lástima que, hace unos años, en "La noche del diez", se pseudosaboreara una reconciliación diáfana. Ahí sí hubo, seguro, dinero de por medio. Qué pena que no maximizaran un reencuentro que sonó a conveniencia.

AL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO

POCHETTINO NO ENDEREZA LA NAVE
Pensó que era fácil, una tarea sencilla, librar al Español de toda la vida -ahora con nombre catalanizado, Espanyol- del descenso. Lo creyó de forma tan ferviente que no dudó en coger las riendas de un equipo que en autoengullía con un apetito atroz. Quiso confiar en una plantilla con una calidad tremenda pero fagotizada por los años. Ahí continúan internacionales como Luís García, De la Peña, Raúl Tamudo, Kameni... pero ninguno le ha dado el plus de consistencia que precisa el equipo para alcanzar una tranquilidad necesaria -creo, firmemente, que solamente los resultados, como siempre, se la pueden dar-.
Cogió las riendas del plantel y predijo, para sí mismo, que era labor sencilla. Nada más lejos de su realidad imaginaria. Cayeron antes dos técnicos y, si la paciencia no lo calibra, el próximo será él, aunque sería un designio brutalmente negativo para la directiva. El equipo está dolido en su ego, juega enquistado y solamente va librando alguna tarde por la aportación desde el fondo de Nico Pareja, un central solvente que está manteniendo el nivel, ya de por sí, paupérrimo. Insisto el que el ex de Newell´s soñaba con un debut en el banco cómodo, aferrado a sus incondicionales que fueron sus ocompañeros -Tamudo y De la Peña-, pero poco más porque su propuesta también está siendo horrible; no ha aportado nada, se ofusca con decisiones lejos de probabilidades habituales y no es capaz de dar el golpe de timón necesario en los choques. En definitiva, su presencia está pasando desapercibida haciendo más pobre el bagaje de un equipo que se desangra a una velocidad brutal.

AL OTRO DEL ATLÁNTICO

RADAMEL, CHAMÁN DE RIVER

Recuerdo la respuesta: “Falcao García, un pibe colombiano que está empezando”. Eso me dijo el taxista cuando le pregunté la causa de una cantera tan ineficaz, el porqué de no haber, en aquel River que creo entrenaba Mostaza Merlo, jugadores que dieran consistencia al trabajo en los viveros del club millonario. Me habló de este muchacho y, pese a saber que no fue forjado en la simiente del club capitalino, me dijo que era el joven que más prometía, que mejor otorgaba sustento a un equipo, ya de aquella, lastrado por las urgencias. Hablo de octubre de 2005. Íbamos hablando de fútbol, como siempre. Él era seguidor de Platense y a mí me gustaba hablar de fútbol –nunca lo he dicho aquí, pero soy seguidor de Osasuna y ahora no estamos para lanzar cohetes-.
Me hablaba de Boca: “el único que parece jugar algo” insistía. En aquella plantilla estaban en plenitud Palacio o Bilos, que a mí, aún me siguen encantando aunque, por las lesiones e escondites de la vida están desaparecidos –ahora se habla desde acá que Palacio tiene algo con el Betis-. Todo era caótico futbolísticamente allá; sin equipos referentes de calidad, con nervios, tensión y la irrupción de Agüero en aquel Independiente en el que aún no se jubilaba Fernando Cáceres, el central con historia en Valencia, Zaragoza o Celta. Me sorprendió el Kun. Lo ví ante el Colón de Santa Fé en aquel campo decrépito que ahora vive orgulloso su resurrección. Le puso fajín al colorado Lussenhoff con aquel gol que daba el empate a los rojos. Ver ese partido, regresar al hotel por las calles que rodeaban al recinto sin iluminación y memorizar al nombre de Sergio Agúero, lo más destacable.
Más allá de recuerdos nostálgicos, sigo hablando de Radamel, el único, parece, que sigue sintiendo los colores del River, que sufre ante el desconcierto histórico que asuela a un club que quiere levantarse tras el ridículo del ejercicio anterior. Su partido ante el San Martín –un equipo de medio pelo- aunque no digno de calidad, es preciso distinguirlo por su actitud y ambición. Su ansia de enfundarse a la grada en su camiseta, de explotar con un penalti que sonaba a título… en fin, Radamel es, ahora, River. Su enfermedad en vena que implica llevar la sangre millonaria le extingue como una especie a conservar. Fue vital su aportación pero más vital es su consistencia. Con Simeone –valiente decisión la suya de abandonar el barco aprovechando el último salvavidas-, Pasarella o quien quiera que esté, el colombiano es el buque insignia de un equipo que, visto lo visto, debe construirse desde abajo, con un portero más convincente que Barbosa, suplente de los suplentes en cualquier equipo de ascenso.

COLON 3 SAN LORENZO 0

MUY FUERTES
Fue 3-0 en Santa Fe con dos bombazos de Fuertes y un cabezazo de Nico Torres. Santana, Bergessio y Bottinelli vieron la roja en el complemento en el Ciclón. Los de Mohamed quedaron a un punto del líder Lanús.
Colón se ubicó como escolta del líder Lanús tras derrotar como local a San Lorenzo por 3-0, en un partido que se desnaturalizó por la expulsión de tres jugadores visitantes en seis minutos. El Sabalero, que suma 14 unidades y escolta a Lanús a uno de diferencia, convirtió sus goles a través de Esteban Fuertes, en dos ocasiones, y Nicolás Torres, todos en el segundo período.

El árbitro Saúl Laverni, de buen arbitraje, expulsó entre los 10 y los 16 del complemento a Santana, por doble amonestación, y a Gonzalo Bergesio y Botinelli por juego brusco.
En el primer tiempo Colón se insinuó como protagonista y sólo por esa actitud acumuló merecimientos para ponerse en ventaja, más allá de que le faltó contundencia en los últimos metros.
Los de Mohamed basaron sus aspiraciones en el aporte de Matías Oyola, en las arremetidas del colombiano Daley Mena, y la siempre amenazante presencia del goleador Fuertes.
De todas formas, con Fuertes demasiado retrasado, y por ende fuera de su hábitat natural, y una marcada ineficacia en los metros finales, el local se fue al descanso con la sensación de haber merecido algo más que la igualdad en cero.
San Lorenzo mejoró en el arranque del complemento, no tanto en el juego como a través de una actitud más activa para buscar el arco de Pozo. Así, las subidas de Adrián González y una mayor movilidad de Bergesio hicieron que Colón debiera necesariamente cuidarse en su última línea, con Marcelo Goux como baluarte.
Y cuando parecía que el segundo tiempo se encaminaba a una brega pareja y emocionante, San Lorenzo tuvo seis minutos de furia y lo pagó con la derrota. Tomo comenzó a los 10 con la expulsión de Santana, por una fuerte falta sobre Sciorilli, con tan mala fortuna para los de Miguel Russo que un minuto más tarde Fuertes clavó un tremendo remate en el arco de Navarro a la salida del tiro libre.
El descontrol azulgrana se completó en los instantes siguientes: Bergesio vio la roja a los 14', por una fuerte falta sobre Rivarola, y dos minutos después Botinelli siguió el mismo camino por un pisotón sobre Alfredo Ramírez.
Con tres hombres más sólo restaba que Colón asegurara el triunfo con otro gol, y lo logró a los 21, cuando Fuertes aprovechó una defectuosa salida de la defensa visitante y decretó el 2-0.
La fiesta de los hinchas locales, que prácticamente colmaron el estadio Brigadier López, se completó a los 39, cuando Nicolás Torres conectó un centro con un cabezazo que dejó sin chances al arquero Navarro.

ESTUDIANTES 0 RACING 0

DE TRIPAS CORAZÓN
Racing fue a La Plata a buscar un punto y Estudiantes, puesto en protagonista, fue muy light. Y ambos edificaron un 0 a 0 que mortificó a un rival común: Gimnasia.
Jueves, contra Deportivo Quito... Estudiantes golea, se florea, Leandro Benítez mete pases entre líneas, Verón pisa el área y llega hasta el fondo, Boselli mete un hat-trick...

Domingo, contra Racing. Estudiantes no piensa, se ahoga, Leandro Benítez no le acierta al área en los centros, Verón se fastidia y le pega desde afuera del área (sin atinarle al arco), Boselli tiene un par de chances pero define como un rústico defensor... En suma, volvió a mostrar la cara fea del final del ciclo de Leo nardo Astrada.
El jueves, el gran ganador fue Estudiantes.
El domingo, el gran perdedor fue Gimnasia.
Es necesario aclarar que este plantel de Estudiantes va por su tercer técnico en la temporada (Sensini, Astrada y Sabella), que lejos está del campeón de Simeone (aunque por nombres no es tan distinto) y apenas pudo ganarle 1-0 al Universitario de Sucre y, sí, goleó a un Deportivo Quito con carencias de un equipo de Segunda. Pero este Racing temeroso y rocoso, no es mucho menos, por su juego de segunda selección, que el equipo de outlet ecuatoriano. Y la Academia se fue con el puntito que quería. Plantado con dos líneas de cuatro que estaban cosidas, dispuso de una sola chance clara, de Pablo Caballero, pero éste le acertó a las piernas de Mariano Andújar.
Lo de Racing fue la resultante de una especulación a la que está obligado por ver que patalea pero no logra emerger del fondo del pozo. A Estudiantes, sólo por tener tres jugadores de Selección (Andújar, Angeleri y Verón), se le tiene que pedir más. Porque frases de casete al margen, en el "somos 11 contra 11" deja de tener sentido cuando talla la calidad individual. El Pincha la tiene. Y si Racing la tuviera, no resignaría su pedigree de equipo grande para aferrarse al empate.
También es cierto que este 0 a 0 es lógico considerando que ambos tienen un punto más que el último, Argentinos. Desde ahí, se entiende el juego agresivo para el buen gusto.
No se sabe si Lugüercio (ídolo de las dos hinchadas y promotor de que Racing entrara con una bandera de aliento para el lesionado Alayes) efectivamente habló con sus ex compañeros para que se guardaran para la Copa, como había anticipado. Le queda a Estudiantes como argumento que aguantó hasta el final con Verón y Braña, dos de sus estandartes, amonestados y bajo el riesgo de ver la roja en un ataque de ira y perderse el clásico. Derby en el que enfrentará a un rival que, por el 0-0 de ayer, estará más hundido aún en el descenso, un poco más abajo que Racing...

HURACAN 3 LANUS 0

"QUE DE LA MANO, DE ANGEL CAPPA..."
Huracán recuperó su juego histórico para bailar a Lanús, líder del torneo. Fantasía para atacar, inteligencia para defender. Ilusionate.
Cappa hizo el milagro. Huracán conjuga otra vez los verbos más deseados: ganar, gustar y golear. Huracán está otra vez en el candelero, poniendo arriba de la mesa su historia, las paredes, los tacos, los lujos, los goles. El parteneire, el invitado al teatro Ducó, no fue cualquiera: el Globo bailó a Lanús, al puntero del Clausura, al mejor equipo de los últimos dos años. Entonces, el canto de los 24.000 quemeros surge tímido, pero se impone: "Que de la mano, de Angel Cappa, toda la vuelta vamos a dar". El hit fluye y al cantarla la gente se mira, sonríe en forma casi irónica porque ni el más fanático de los hinchas soñaba con un título cuando empezó el torneo. Nadie daba dos pesos por este equipo y cuando los dirigentes le dijeron de arreglar un premio por salvarse del descenso, el técnico respondió en la intimidad: "Hablemos de uno, pero para estar entre los tres primeros". Lo miraron como quien observa un loco en el Borda...

¿Qué tiene Huracán? El estilo de Angel: salida clara desde abajo por los laterales, Bolatti maneja la batuta, el Maestrico acelera, De Federico y Pastore frotan la lámpara y, a veces, se convierten en Aladino. El Globo disputó su mejor partido en el torneo, aunque siempre jugó de la misma manera: cuando perdió con Boca y Gimnasia, cuando empató con Newell's (con uno menos, y en Rosario, lo fue a ganar) y en las cuatro victorias. El nivel del rival hace nacer el sueño de pelear mucho más que por zafar del descenso porque en La Quema pudo darse una goleada histórica. El local lo pasó por encima de principio a fin. Es verdad que al Grana le faltaron los creativos (Valeri y Blanco) tanto como que Cappa tuvo que inventar un dos (Esmerado -volante- por la lesión de Goltz) y un tres (Cura -zaguero- por el suspendido Arano). La superioridad no se dio sólo en el toque, sino que Huracán es un conjunto solidario donde todos hacen chiches pero también los talentosos deben pasar la línea de la pelota, y ayudar a recuperar el bien más preciado: la redonda. Una mirada panorámica muestra que cuando el rival ataca, el Globo se defiende como cuatro defensores y una línea de cinco volantes. No es un equipo ingenuo que se queda en el jogo bonito, ahora le sumó golpes de nocaut. Así, fue tirando a Lanús (no tuvo juego en los carrileros y le faltó resto físico para correr detrás del toqueteo del rival): primero con el cabezazo de Esmerado, luego con el monopolio de la pelota, después con el zapatazo de Pastore y le puso el sello al partido la jugada messiana de De Federico. Y eso que, por ahora, sólo concreta un 30 por ciento de lo que genera...

RIVER 2 SAN MARTIN(T) 1

EL GALLINA DE HUEVOS DE ORO
Falcao fue el abanderado de la reacción de River y le pidió a Gallardo la pelota más caliente del partido, la del penal: lo metió para quedar a un puntito de Lanús.
Mirá los huevos que tiene este pibe que me viene a pedir el penal en el último minuto". La frase nació de boca de Marcelo Gallardo hacia los oídos de un Diego Barrado testigo del momento más caliente de la tarde. Con el Monumental en ebullición y con los jugadores de San Martín ladrando y haciendo cuernitos, Falcao se acercó al Muñeco y le dijo que quería hacerse cargo del tiro del final. Merecía ser el héroe del triunfo y asumió el riesgo de fallar en una responsabilidad que no le correspondía. Pero no falló. Con apenas unos pasos de carrera, acomodó el tiro contra un palo y desató la locura. La de los hinchas y la propia, saltando los carteles, besándose la camiseta y gritando el gol con tanta furia como la entrega que había dado durante más de 90 minutos.

No falta mucho para que los hinchas empiecen a ovacionar a Falcao. Por su actitud en la cancha, por su entrega, por su garra y por su incansable corazón. A cuatro años de su debut en Primera (se cumplieron el 6 de marzo), el colombiano llegó a un punto de maduración que lo distingue del resto. Es un nueve que no vive en el área listo para empujar la pelota, tal vez por culpa de que sus compañeros nunca le generan una situación así. Por eso, va a los costados, se retrasa unos metros, se esfuerza en cada centro y gana en lo alto, no por estatura sino por su gran salto, como pasó seguido ante los tucumanos. Hace amonestar a los rivales (Pérez Castro y De Muner) y se banca una amarilla injusta porque no simuló: fue un claro penal el que le cometieron en el inicio del segundo tiempo.
Ya tiene admiradoras que lo idolatran como Marta Gallardo -la hermana del Muñeco- que paró a Falcao a la salida del vestuario y se llevó una foto guardada en el celular de su papá Máximo. Y así como hay hinchas que lo ponen entre los elegidos, los propios compañeros del delantero también lo destacan y hasta Gorosito asegura que el colombiano es uno de sus indiscutidos. "He crecido muchísimo en este último tiempo y trato de transmitir con juego y ganas", responde ante los elogios, evitando el autobombo. Entonces, prefiere contar que le pidió el penal a Gallardo "porque el técnico nos da libertad para elegir y yo me sentía con mucha confianza. Marcelo es un gran profesional, me vio con ganas y me lo dejó. Eso demuestra la calidad del grupo".
El grito desaforado del gol fue el desahogo de tanto esfuerzo acumulado, de tanto huevo que puso durante el partido y que él sentía que no había sido suficiente para lograr un triunfo clave tanto para ponerse a un punto de Lanús como para recuperarse de la derrota en la Libertadores y de la mala imagen que había mostrado en el primer tiempo de ayer. "Para nosotros era muy importante ganar. Y por suerte lo pudimos conseguir sobre la hora", explica el emblema de la reacción ante San Martín, el abanderado (junto con Ahumada) de cómo se debe sentir y defender la camiseta de River. Ese es Falcao, el gallina de los huevos de oro.

TIGRE 0 BOCA 0

ASI NO LO VAS A ALCANZAR
Boca mereció ganar para quedar a tres de la punta, pero Figueroa, el nueve que va en la ruta de Palermo, erró un gol insólito y le anularon mal otro. ¡Es una Lucho!
Párenlos...", fue la gráfica exclamación de un plateísta desesperado. Boca había arrancado con la determinación de los hambrientos, con la resolución de los confiados. El rubio que no es Palermo pero que multiplica su voracidad, la había mandado alta, apenas lanzado el pleito. Y ahora, a los 6', miraba cómo el Krupoviesa que no sólo se dedica a meter caños, direccionaba la mira y la condimentaba con picante. Islas macaneó: no retuvo. Y ese rubio de escaso pelo la hizo como exige el manual, salvo el toque final: le dio demasiado abajo, la devolvió el horizontal.
El mejor Boca. La culpa era de Gaitán. Desde su deambular por el lateral zurdo, manejó los hilos el rato en que su equipo atosigó. Pero el talentoso pibe y su equipo se fueron derritiendo en la tarde bochornosa, y Gracián no aceptó el convite. Cuando el 28 retomó aire y se situó como raro segundo enganche, comodín en la conducción, su DT lo cambió por Mouche, y mantuvo a un reemplazante de Román con menos méritos para seguir en cancha.
Un rato antes, el rubio apellido Figueroa había recibido una sesión de fantasía de Gracián. Su resolución fue exquisita y eficaz. Pero no lo fue la mirada del línea que marcó un offside que no fue. Un rato después, Palermo la hizo correr por la línea para que alguno la empujara, pero nadie estaba para tal faena.
El otro Boca. Sí, con jerarquía, Forlin con se hace patrón de la última línea. Roncaglia también, aunque apelando a rispideces que lo deslucen. Battaglia pone siempre el alma, vaya novedad... Vargas auxilia mientras le da el cuero. Boca padece de intermitencias, pero aún así es más, bastante más, que un Tigre al que primero le cuesta horrores dar pases de mínima precisión, luego acierta a pararse muy atrás, pero con alguna solidez, asentado en Castaño y Paparatto. Y hasta emparcha con el sacrificio de los que menos saben, la abulia exasperante de algunos y la tozudez por el lucimiento personal de otros...
Todo estaba a pedir de Boca. Pero... Goles que no hace, conductores que no conducen, alternativas que sirven por un lapso menor de lo requerido. Cambios raros. El calor. El árbitro que le pita mal. ¿Grageas que contribuyeron a que no ganara? ¿Sólo excusas? Debió hacerlo. Lo mereció. Pero se le escapó como el agua entre los dedos. Ese punto que le descontó a Lanús suena escaso. Así no lo va a alcanzar.

LOS PARTIDO DE HOY

TIGRE Vs. BOCA
RIVER Vs. SAN MARTIN(T)
HURACAN Vs. LANUS
COLON Vs. SAN LORENZO
ESTUDIANTES Vs. RACING