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Mostrando entradas con la etiqueta Godoy Cruz. Mostrar todas las entradas
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GODOY CRUZ 1 GIMNASIA LP 1

SUS UN CONTRA TUYO
Godoy arrancó mejor y arriba en el resultado, pero se retrasó y dejó venir a Gimnasia: un autogol y 1 a 1...
Godoy Cruz pegó primero, dejó a Gimnasia herido y quedó mejor posicionado para lo que quedaba del partido, para plantarse y aprovechar la localía, para sacar ventaja de la desesperación de un rival comprometido. Pero no. Dejó de jugar como hasta ese momento, se retrasó en el campo y le cedió la iniciativa a su adversario. Los volantes dejaron de desprenderse y Caruso y Borghello, allá arriba, quedaron demasiado solitarios. Gimnasia recorrió el camino inverso: arrancó estructurado, con un 4-4-2, a partir de la desventaja quedó obligado a salir y con los cambios del segundo tiempo se llevó por encima a Godoy. Pudo ser para cualquiera y, a fin de cuentas, el 1-1 le cayó un poco mejor al local.
Godoy Cruz tuvo sus mejores momentos cuando el partido estuvo empatado. Peligroso Aguirre por la derecha, criterioso Figueroa, el medio intentó controlar la pelota y llevársela limpia a los delanteros para elaborar circuitos ofensivos interesantes. Decisión consciente o no, el 1 a 0 le quitó la parte audaz y mostró su peor cara, una invitación al empate. Tuvo que meter el gol Gimnasia (Dutari en contra) para que Godoy volviera a inquietar a Sessa, tres veces: el arquero tapó ante Caruso, Pinto y Aguirre. ¿Por qué no mantuvo esa postura?
A Gimnasia le dejaron la iniciativa y se hizo cargo. En el primer tiempo le costó, porque Romero no encontró la pelota y Piatti anduvo impreciso, por lo que Niell y Sosa quedaron aislados en la ofensiva. Así, el centro para el grandote fue una tentación para disimular falencias en el armado del juego y saltear pasos para lo que era imperioso lograr. Pero los envíos resultaron tan imprecisos que fue una pérdida de tiempo. Recién con los ingresos de Cuevas (por Piarrou, cambio ofensivo que ubicó a Villar como lateral-volante) y Messera (por Piatti) Gimnasia consiguió lastimar con otros recursos, en especial por el toque preciso del 10, y así llegar a un empate que mereció. Al final, el Lobo se retrasó para intentar el triunfo de contra sin resignarse al empate: hasta se lo vio más apurado que su rival. La lucha continúa...



RACING 1 GODOY CRUZ 0

CAMPEON DEL MUNDO
La Academia le ganó al Tomba y medio Avellaneda lo festejó como la final del 67 ante el Celtic. Caballero, de cabeza, hizo el único gol para la primera victoria del equipo de Caruso, que está en zona de Promoción. Los mendocinos jugaron más de un tiempo con uno menos por la expulsión de Encina. Aire fresco en el Cilindro.
El estruendo llevó a Pablo Caballero a envolverse en el abrazo de todos. Incluso de los muchos que, en la cancha, lo insultaron cuando reemplazó a Castromán (también lo hicieron con Leandro González), sin que siquiera haya tocado el césped de la raya para adentro. Y se desahogó. Y se acordó de todo en el desahogo. Sintió que millones de manos lo palmeaban, le agradecían lo que acababa de hacer, sin pensar ellos que se trataba de apenas un pasito de todos los que tienen que dar para salir de esta cueva espantosa en la que están atrapados desde hace un par de años. Porque la temporada pasada se los vio sudando en la Promoción, mismo sitio en el que están hoy, junto y justo con el Central de Mostaza. Y ahora el pesimismo, ese compañero de camino que fue adoptando Racing en su sinuoso transitar, los muestra con una mueca resignada y cruda: "La Promoción es lo mejor que nos podría pasar", advertían después de ser goleado por Tigre.
Pero la Academia siempre renace. Y los diez partidos sin ganar no fueron once gracias al testazo de un flaco con pinta de desgarbado, típico antihéroe a la medida de Racing... El muchacho, con su gol, untó con antiinflamatorio el corazón que sale con taquicardia a la cancha. Es este mismo grupo que, pese a todo, terminó con algo de paz una semana que había empezado en pie de guerra, por la intervención atroz de los violentos que creen tener la solución en su aerosol intimidante y su lengua lacerante. Porque no faltarán los que digan que se le ganó a Godoy Cruz gracias a la apretada de los barras. Y en realidad fue a pesar de la apretada.
Porque el hincha genuino entiende que son estos jugadores los únicos que podrán despertarlos de la pesadilla del descenso, ésa que sufrieron hace 26 años y le temen más que a la crisis mundial y sus coletazos. Ese hincha, el que mira más la tabla de los promedios que los vaivenes del índice Merval, fue al que Caballero quiso tocar cuando saltó los asientos de las plateas preferenciales en su corrida loca tras el gol. Fue también a ellos que les dijo, con un gesto inequívoco, que le sobraban huevos para soportar este momento.Y su tremendo cabezazo, que buscó ángulo y lo encontró, debía ser el final de un centro enviado por Franco Sosa, el tipo que ha sido partícipe necesario de algunas de las contadas buenas noticias que ha disfrutado esta Academia contemporánea.
Y no es novedad que en Racing está todo patas para arriba. La incoherencia es parte de su inventario. Por eso el equipo que extraña la pequeñez de Maxi Moralez, que está huérfano de fútbol, que llega a los tumbos y que sufre hasta con los laterales a favor que se hacen cerca de su área, encontró en los 192 centímetros de Caballero, en las antípodas del Enano (por altura y por juego) la respuesta a tanta angustia. Es la primera vez en su carrera que hace un gol para ganar, porque hasta aquí habían sido sólo en empates (un 2-2 ante Arsenal, un 3-3 frente a River). "Por suerte se nos dio. Estuvimos laburando duro toda la semana para poder ganar. Esta clase de partidos se los gana así, metiendo. Se sienten los nervios por todo el sufrimiento de la semana, los de la familia y de los hinchas. Por eso hay que dedicarle esto a la gente y a cada una de nuestras familias, que sufre mucho en la semana", definió Pablo. Pueden festejar tranquilos, los que lo insultaron y los que lo bancaron, y también los que se pusieron nerviosos con el gol que no llegaba. No escatimen y aprovechen esta pequeña alegría, que esta vez Caballero paga.

LOS PARTIDO DE HOY

LAS PREVIAS

VELEZ Vs. RIVER


NEWELL`S Vs. HURACAN


RACING Vs. GODOY CRUZ


BOCA Vs. ARGENTINOS

GODOY CRUZ 1 SAN MARTIN(T) 1, Suspendido

TRISTE Y PREVISIBLE
Con un operativo a la altura de un superclásico, Godoy Cruz y San Martín igual se suspendió por incidentes entre hinchas locales y la Policía, que tiró balas de goma.
Entre los destinados a estar dentro del estadio y los que estaban fuera, sumaban 870 policías. ¡870! para custodiar este Godoy Cruz y San Martín de Tucumán, plagado de amenazas desde diversos foros de Internet. Ni con esa cantidad de policías avisados de que podía haber problemas, se pudo evitar lo previsible: incidentes entre hinchas mendocinos y efectivos policiales, que derivaron en la suspensión del partido a los 18 minutos del complemento. "El árbitro preguntó por las garantías y dijimos que las teníamos afuera, no adentro. Por eso paró el partido", explicó el comisario Inspector Angel Fossatti. Lo que uno de los responsables de operativo intentó explicar fue que la mayor prevención estaba en evitar (en la calle) que chocaran ambas hinchadas. Desde esa óptica el operativo podría considerarse un éxito aunque, a juzgar de los hechos, el desbande que comenzó con un grupo de la popular y se extendió en número y espacio, lo desmienten.
¿Qué pasó? Desde el Apertura, cuando los hinchas del Tomba aseguran haber sido víctimas de una emboscada en Tucumán, éstos se juramentaron venganza. Y el día era éste, el del partido por el Clausura. Por eso las amenazas y el celo policial. "Tomaremos todos los recaudos necesarios para que no ocurra nada", anticipaba Hugo Zalazar, jefe de Planeamiento del Ministerio de Seguridad de Mendoza. Así el puñado de 150 tucumanos que llegaron al Malvinas Argentinas, fueron estrictamente escoltados hasta el estadio y no tuvieron contacto con los mendocinos. Cuando éstos trataron de ir a su encuentro, empezó el lío. Unos 100 barras de Godoy Cruz se abalanzaron sobre el alambrado que limita la popular y lo rompieron con el fin de pasar a la platea techada y cruzar la cancha hasta la cabecera visitante. Enseguida, la Policía empezó con los balazos de goma y los hinchas respondieron con piedras. Esto se inició en el entretiempo y continúo con el segundo tiempo jugándose con el constante sonido de los balazos de fondo. La batalla que ya era completamente ajena a los tucumanos e involucraba sólo a la gente del Tomba fue creciendo. "Eran como 500 hinchas contra 100 efectivos que se defendieron con tiros para frenar el avance", señaló el comisario Fossatti, quien dijo que había heridos leves tanto entre hinchas como policías, aunque sin dar mayores precisiones. También hubo discusiones entre dirigentes de ambos clubes, cruzándose acusaciones varias; esto en un marco amargo de un partido que se suspendió por incidentes que todos sabían que podían ocurrir, y nadie pudo evitar.




VELEZ 4 GODOY CRUZ 0

TRES TRISTES TIGRE
El tridente ofensivo de Gareca está a full: doblete de Maxi, un gol de López y otro de Larrivey le dieron a Vélez un triunfo arrollador sobre Godoy Cruz.
Gareca transformó a Vélez en un equipo feroz, agresivo, hambriento. Como buen depredador, el DT dejó sin defensa a su presa. Juntó a tres tigres. Uno con gran olfato de cazador, Rodrigo López; otro con técnica e inteligencia para atacar, Larrivey; y el tercero con velocidad y fiereza para liquidar a la víctima ante cualquier despiste o intento de escape, Maxi Moralez. Entre los tres tigres del Tigre Gareca, primero acorralaron a Godoy Cruz, después se lo comieron en un puñado de minutos y alegraron al exigente público de Vélez, que agradeció con una ovación la goleada del equipo.
La apuesta de Gareca es tan ambiciosa como efectiva hasta el momento. El doble 9 no sólo aporta potencia ofensiva en el área, porque el Bati y el uruguayo rebotan de espaldas y generan tiempo y espacio para que lleguen los volantes. Eso no funcionó demasiado mientras Moralez arrancó desde la banda izquierda, porque encima Cabrera del otro lado resolvió todo al revés. Vélez le empezó a encontrar la vuelta al partido cuando el Enano se paró como enganche clásico. Ahí, a espaldas de Rojas y Leiva (era dueño del medio), Maxi se asoció con el dúctil pie de Larrivey y tuvo el gol dos veces en su botín derecho. Sin embargo, un 10 desconfiado aún, falló en la ejecución.
El que no perdonó fue López. La platea de Vélez podrá insultarlo cuando sale del área o intenta gambetear, pero el charrúa no está para eso: él se siente cómodo aguantando entre los centrales y metiendo diagonales para anticipar y definir de frente al arquero. Así, con un cabezazo, abrió un juego que se le estaba poniendo incómodo al local, porque Figueroa no termina una en la red pero molesta todo el tiempo con su gambeta, y porque la excelente técnica de Caruso amenazaba.
Larrivey es un socio ideal para López, porque sale y entra del área con o sin pelota y mueve a toda la defensa rival. Claro que el éxito de estos tres tigres también se debió a que estuvo bancado por varios leones: Cubero (líder del equipo desde una posición particular), el pibe Otamendi, Razzotti y Zapata (otro con experiencia en la selva futbolística).
La contundencia del trío de ataque para hacer cuatro goles en un ratito sólo refleja una cara de Vélez, la de su poderío ofensivo. La otra es su peor enemiga: la del nerviosismo, la falta de confianza y la desconcentración. Para luchar contra esos males, al menos Gareca tiene a los tres alegres tigres adelante.

GODOY CRUZ 1 ARSENAL 0

ES UN SACAPUNTA
Arsenal llegó líder a Mendoza, pero se encontró con un Tomba que sabe bien a lo que juega: le ganó bien, lo bajó y se prendió en la cima al menos por una fecha...
 Habrá que empezar a pensar, entonces, que es cosa seria. Que el triunfazo ante San Lorenzo en el Gasómetro no se trató de uno en un millón. Este Godoy Cruz de Diego Cocca hizo méritos para estar donde está. ¿Dónde? En la punta. Porque Godoy Cruz, desde anoche, es uno de los punteros del torneo.
A todas luces, el Tomba parece saber a lo que juega. O lo que quiere hacer. Se nota la intención: juego por abajo, siempre un hombre libre cerca de la pelota para tenerlo como descarga, para llegar al toque hasta tres cuartos de cancha y después apostar por dos delanteros con movilidad y buen pie. También gana, como ayer, con un Olmedo que corre, quita y entrega prolijo, manda, ordena y releva con criterio.
Es cierto, Arsenal ayudó bastante en los primeros 20 minutos. Desordenado, sin firmeza atrás, entregó la pelota y no supo cómo recuperarla. Godoy se aprovechó de eso: tuvo en Encina al volante más peligroso e intratable para el Arse, y a Figueroa on fire para desprenderse de las marcas y probar desde afuera a cada rato. De un tiro libre del ex Chacarita llegó el 1-0 de Caruso.
Lo bueno del equipo mendocino no duró toda la noche. Aun manteniendo la intención, la búsqueda, equivocó los caminos, se apresuró y comenzó a fallar en la entrega. Arsenal se compuso a partir de Carrera y de los centros de Yacuzzi. Por las bandas provocó, pero fue por el medio por donde mejor llegó (remate de Sena que dio en el palo y mala definición de Leguizamón frente al arco).
El descanso le dio aire al Tomba para volver al ruedo. Porque si bien Arsenal estaba obligado a ir por necesidad, Godoy Cruz siguió intentándolo por elección. La sociedad entre Encina y Figueroa le dio un ritmo infernal al juego local. ¿Por qué no ganó más comodamente? Por Campestrini, que sacó todo. ¿Por qué no empató Arsenal? Porque Ibáñez metió un manotazo salvador sobre la hora, ante un remate de Leguizamón. ¿Por qué Godoy Cruz quedó puntero? Porque demostró que lo suyo no es una casualidad. Que tiene una idea clara. Y, por ahora, le va bien: al menos ya mira otra tabla...


SAN LORENZO 1 GODOY CRUZ 2

LA VIDA ES UNA TOMBA
Cuando menos te lo esperás... Godoy Cruz hasta bailó al San Lorenzo sensación, le sacó puntos por primera vez e inesperadamente expuso su lado B. Y sin suerte.
La vida es una tómbola. O una Tomba, en realidad. Al menos así le quedo claro ayer a San Lorenzo. El San Lorenzo sensación, el equipo de moda, el único que mueve el mercado de pases pese a la crisis financiera mundial, al que todo el mundillo del balompié lo cataloga como el dueño del mejor plantel, pues, al que la rotación por Copa (al menos desde el vamos) lo tiene sin cuidado... Porque si no juega Solari entra el Papu Gómez, porque si descansa Adrián González reaparece Méndez, porque si Bergessio está suspendido juega el pibe Chávez, porque si no funcan Ledesma o Torres salta al campo Santana, y así. Todo, para colmo de buenas, bajo un contexto ganador, triunfo ante Tigre en el debut casero, goleada a San Luis por la Libertadores, y un rival enfrente con el que nunca en la historia se había perdido siquiera un puntito en cinco enfrentamientos... ¡Y jugando en el Nuevo Gasómetro! Y es una tarde de sol, no te la vas a perder, claro, pero... Pero, se decía líneas más arriba, la vida es una Tomba. Y más si te topás con una tromba. Y cuando menos te lo imaginás/esperás, zas, ahí nomás retumba la advertencia de Jonathan Santana a Olé en la previa, esa que sonaba bien seria: "Ojo, en el fútbol argentino te gana cualquiera". Clarito lo dejó ayer Godoy Cruz, que siempre superó al Ciclón (brisa, en este caso) y, de a ratos, incluso lo bailó. Hasta dejarlo sin nada, boqueando, perdido en la cancha, en su impotencia, en ese lado B tan expuesto, dejando una imagen pobretona que se encargó de acrecentar el contraste observado desde el minuto uno en el Bajo Flores. Los únicos que zafaron en San Lorenzo fueron Orión, bien en varios mano a mano, y Méndez, patrón en la adversidad, aunque, claro, no se puede depender de un central. No al menos el plagado de figuras equipo de Russo. Ni siquiera de un zaguero como Aguirre y su flor de macana: inaceptable doble falta innecesaria en sólo un par de minutos para dejar con diez a Boedo y exponer más aún la supremacía de los mendocinos (con la ayudita del entrenador local, también, que pifió el cambio, al sacar al mejor de sus hombres). Mendocinos que, para colmo, no la tuvieron nada fácil. Porque debieron lidiar con un blooper interno desde el vestuario: siesta a la altura del área chica tras un bochazo impreciso, Barrientos que la pellizca ante la salida de Carranza, quien desvía, pero Vallés termina de despejar embocando la pelota en la cara del arquero, y de ahí a la red. Un 0-1 mañanero y fatal que, sin embargo, nunca intimidó, más bien fortaleció. San Lorenzo, en cambio, no aprovechó el canapé, se relajó más de lo relajado que iba a mostrarse de todas maneras, pero Godoy Cruz no sólo se repuso sino que demostró a lo largo del encuentro que la única manera potable de que su rival lo embocara iba a ser, justamente, de esa manera, desde un furcio propio, protagonizado por el mismo arquero que en el último minuto se rió del empate propuesto por Alejandro Gómez. Guiño de la justicia, más allá de la buena fortuna. Porque los players de Russo, a contramano de lo mostrado hasta aquí en la temporada, hicieron glup en el mar de fútbol que convidaron Encina, Figueroa, Caruso, Borghello y compañía. El fútbol que ayer todos esperaban ver nacer de camisetas más bien azulgranas. Pero la vida, quedó demostrado, es una verdadera Tomba...


GODOY CRUZ 1 BANFIELD 1

UNA DE IBAÑEZ MENTA
Banfield vivió una película de terror. Tuvo todo para ganarle a Godoy Cruz: Silva inspirado, buen juego colectivo y un penal sobra la hora. Pero apareció Nelson y...
 
Raro. Y bastante fulero. Banfield pisó el Malvinas Argentinas, fue visitante con todas las letras, y jamás se asustó. Pero cuando caía el sol y tenía el triunfo en sus manos (o, mejor dicho, en los pies de Lucchetti), terminó de vivir en Cuyo una peli de terror. Una de Ibáñez Menta...
Fue más el Taladro. De principio a fin. El 3-5-2 de Burruchaga, quien siempre había perdido ante Godoy Cruz en Primera, resultó más ofensivo de lo que sus antecedentes entregaban. Salió a buscarlo de entrada. Ahora sí, tenía con qué. El debutante Silva estaba on fire. Se hizo, desde el vamos, eje de un ataque de movedizos que comenzó por hacer figura a Ibáñez aprovechándose de un Febo que le jugaba en contra. Aunque sus planes debieron reacomodarse luego del zapatazo que Sigali embocó tras córner de Encina. Los centrales de Banfield todo lo permitían...
Por suerte, de mitad de cancha hacia arriba, la historia de Banfield era muy distinta. El 1-1, obra de arte colectiva, fue un claro ejemplo. El charrúa Fernández movió la cintura por la izquierda (zona liberada de Tomba entre las dudas de Vallés y las subidas del Sapito) y tocó adentro, donde Erviti asistió de taco para el montevideano Silva. Mano a mano, sabia definición. La única que Nelson Ibáñez no podría detener...
El esquema de Godoy Cruz parecía prometedor. Aunque Figueroa no terminaba de enganchar nunca, sus puntas no acababan por exprimir a los del fondo y Lucchetti, así, tenía todo el tiempo del mundo para pensar en un final feliz. Ese 4-3-1-2 no conformó. Y Banfield fue por su Oscar. Basta de ser actor de reparto. Bertolo pasó a carrilear por derecha y Erviti fue el mejor enlace para la dupla que cruzó el charco. Pero Fernández se llevaba la bola por delante y SS no encontraba su doblete.
Parecía que Burru compraba el punto. Parecía. Movió bien el banco. El regresado Raymonda guardaba la pelota, el cafetero James Rodríguez se tiró de mediapunta y Broggi aguantaba los trapos. Hasta que el guión comenzó a quemarse. En la hora, Rodríguez abrió con Broggi, quien ganó el área y se dejó foulear abajo por Ibáñez. Penal para Lucchetti, un especialista que, de tanto soñar, no rompió el arco y pensó en colocarla junto a un palo. Ibáñez se jugó la vida. Y también se la perdonó al Laucha evitando la contra. Vaya the end...